SUZHOU RIVER y la alteridad

fotograma de la película SUZHOU RIVER de Lou Ye

El amor no es una posibilidad, no se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere. La sociedad del rendimiento, dominada por el poder, en la que todo es posible, todo es iniciativa y proyecto, no tiene ningún acceso al amor como herida y pasión

Byung-Chul Han
La agonía del Eros

El sueño de Teresa produce monstruos

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Ha sucedido mil veces. Con Polanski, con Woody Allen, con Sid Vicious, con Lewis Carroll, con  Burroughs, con Nabokov y toda una lista de nombres de artistas que de repente deciden «jodernos y descubrirnos que aunque se dediquen al arte, han abusado de alguien, les gustan las menores o se entretienen jugando a ser Guillermo Tell con su esposa.»

¡Qué hijos de puta!, no se lo perdonaremos nunca, ¿verdad?

Hay que ser mala persona para que por su culpa, tengamos que dejar de creer que son dioses. Si te dedicas al arte y eres una persona sensible, tienes que tener un poco más de empatía con tu mujer, o con la hija de tu mujer! Pero sobretodo conmigo, porque tu arte está ahí para que yo lo juzgue y todo lo demás importa poco la verdad.

Así que, voy a castigaros a todos y Lunas de Hiel ya no va a ser mi película favorita, ni Lolita, mi libro de cabecera, ni voy a ir a ver la última de Allen, mira tú. Ahora qué ¿eh?

Puede que nos hayamos creido todo esto mil veces o también puede que lo políticamente correcto esté sacando los monstruos que todo el mundo llevamos dentro. Pensaréis que esos ejemplos anteriores no tienen nada que ver con el caso de la recogida de firmas para que retiren la pintura de Balthus del Metropolitan, pero el caso es que es más de lo mismo:

TENEMOS LA SOBERBIA DE CREERNOS CON EL PODER DE JUZGAR EL ARTE MÁS ALLÁ DEL ARTE, de presuponer el compromiso moral del creador y de su obra. Ya no solo nos creémos en la obligación moral de lustrar y pulir todo lo que hay a nuestro alcance, sino que convertimos nuestra moral, en una lucha política e intentamos boicotear aquello que nos provoca dolor o nos hace reflexionar demasiado, en vez de simplemente apartarnos y asumir que no nos apetece que nos zarandeen.

El arte tiene que trascender, herir sensibilidades y lo políticamente correcto, no solo lo convierte todo en política sino que produce tibiedades. Perdonadme pero yo prefiero que exista el arte como ente independiente. No necesito que su creador sea pastor en Ohio o salvador de ballenas. Lo único que busco en él, es poder entender más los anhelos, las frustraciones o las debilidades humanas y lo siento si os descubro esto sin anestesia pero a veces los anhelos, las frustraciones o las debilidades humanas pueden resultar ofensivas y herir sensibilidades. Igual es algo así lo que el Metropolitan debería poner como advertencia ante la obra de Balthus, o todos los museos y galerías del mundo en la puerta de entrada. Así, como espectadores podríamos decidir si estamos dispuestos a pasar por ese trance o preferimos quedarnos en la intrascendencia de lo tibio.

Necesito a Balthus, me absorbe la belleza pausada de Teresa, la calma de sus manos sobre su cabeza, los pliegues de su falda y su enagua, las sombras. ¡Y si por dios! ¡la infancia y la adolescencia están repletas de sexualidad! Y si! hay adultos que miran a un menor y se excitan sexualmente! Como tal vez le pasara a Balthus o a Carroll o Nabokov; o no. Personalmente me encantan las fotografías de Carroll y creo que Lolita es una joya de la literatura. Y que no es sano pensar que en el mundo no existen ese tipo de cosas. Lo políticamente correcto, cuando se trata del ámbito artístico, intenta hacer que desaparezcan en pro de la burbuja de lo obvio.

Amo Lunas de Hiel, debe ser una de mis películas preferidas y no voy a dejar de verla porque acusaran a Polanski de abuso a una menor y me gusta el ritual de ver la última que se le ha ocurrido a Woody Allen este año.

La belleza del arte es lo único que nos queda para intentar entender mejor de qué va todo esto del ser humano. En serio, si vuestra moral no os permite apreciarlo, y no queréis que os remuevan cositas, simplemente apartaos, pero no nos fastidiéis al resto que si que queremos que nos metan el dedito en la llaga.

 

DAR LA ESPALDA AL VACÍO

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¿Es verdad que siempre está? ¿Que es fácil llenarlo de cosas tan leves que soplas y desaparecen?

Hay noches que respiro fuerte para que salga. Si me agarran desaparece un poco, pero vuelve con La Luz del día. Se llama ansiedad y llena el hueco cuando no hay otra cosa que lo haga. Es informe, desigual, lo mismo se instala bajo las costillas que en la garganta, a veces en el omóplato y suele echar raíces en la boca del estómago.

No se disipa con lo real, hay que engañarla para que salga. A través de la cerveza, el tabaco, el deporte de riesgo, las clases de piano o el deseo. y entonces vuelvo a soplar y todo desaparece otra vez.

Y de nuevo el vacío.

Laura y la luz del sur

Patricia, la dueña de la casa, de oficio bucanera y residencia permanente en Bolonia, nos indicó el camino. -Dejáis el coche en el último parking, camináis media hora por la playa y cuando paséis Piedra Morena, encontraréis unas piscinas naturales que se forman cuando baja la marea. Buscad piedras de arcilla y exfoliaos la piel con el barro.- nos aconsejó.

No llevábamos comida y el agua se nos calentó por el camino. Pero hicimos todo lo que nos dijo. Laura la bautizó como la playa más bonita donde se había bañado jamás, no había forma de hacerla salir del agua. Yo peleaba con el sol y con un bote de crema factor 50 que tenía que ponerme cada 15 minutos. Pero confieso que allí encontramos una burbuja paradisíaca. Es la primera vez que pasamos unas vacaciones juntas y en verano, nada puede salir mal.

Al volver, nos dimos una ducha bien larga para enfriar las quemaduras del sol y quitarnos los restos de barro. Por el tragaluz entraban los rayos del sol de la tarde mientras Laura se secaba con la toalla y yo me ponía aloe vera en las piernas. Debí ponerme protección solar con más frecuencia.

El verano es la época en la que todos creemos que va a cambiar nuestra suerte. Pasa rápido, es un momento fugaz que huele a final apenas el sol empieza a calentar. Esta foto es la imagen del fin del día, del fin de las vacaciones de verano cuando te deshaces de la sal y la arena con el sol de la tarde.

 

#extranjera02

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Madrid de noche se me vuelve rara, hacía tiempo que no tomaba fotos desde el pálpito de encontrarme con imágenes que nunca antes había visto. #extranjera no habla del lugar, habla de una mirada hacía un lugar que de momento no se acaba nunca.